El resto del texto de este capítulo así como los siguientes capítulos los encontraréis en la edición Kindle en Amazon. Pongo aquí solamente algunas imágenes, para que os hagáis una idea de qué van los capítulos. Estas imágenes son de cuando tenía en torno a la mitad del libro publicado en este blog, antes de publicarlo como eBook. Lamentablemente, debido a la política antipornográfica de los blogs, he tenido que eliminar bastantes.
“Solamente quería estar
cerca de ti, muy cerca. Quería ser un embrión y estar dentro de tu útero. Lo
había deseado y cuando diste el paso y vi esa llama en tus ojos, me
empequeñecí. Era un sentimiento dulce pero a la vez amargo. Yo era
insignificante y tú lo eras todo. Y dentro de mí, solamente estabas tú. Sentí
en ese instante el más tierno y más profundo amor. Nunca me olvidaré de ese
momento.” – extracto de una carta de amor que mi marido me envió al trabajo.
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“El amor vive más de lo que da que de lo que recibe.” –
Concepción Arenal
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flores en el trabajo... ¿de quién?
mi amante me besa en un restaurante, delante de mi marido
"acariciándome" durante la cena
la pareja somos él y yo; mi marido sujeta la vela
mi amante quiere "hablar" conmigo a solas en los baños
pasión desenfrenada, en casa con mi marido observando
Ccuando continuara?
ResponderEliminarHola anónimo.
ResponderEliminarPues es difícil de decir cuándo continuaré la historia; últimamente me he desinflado un poco en mis ganas de escribir. Pero quizá a lo largo de este mes de Agosto, aprovechando las vacaciones me ponga de nuevo con ello. Saber que hay gente que lee mi historia y quiere saber más, me motiva mucho. Gracias por preguntar.
El es realmente feliz así??? Tu le quieres igual?? Hablo desde la ignorancia, pero me resulta raro que le quieras igual que antes. Ya no es unico para ti, y sin embargo tu eres unica para el. ¿Serias capaz de dejar esta vida si el te lo pidiera, o si te pidiera eso le dejarias? Tu placer viene principalmente de la humillacion a tu marido?? Perdona si ha sido como un interrogatorio, tengo mucha curiosidad.
ResponderEliminarHola Anónimo. Perdona que haya tardado en contestarte, con las vacaciones me he despistado un poco. En compensación, trataré de explayarme en mis respuestas:
ResponderEliminarSí, soy muy feliz así. ¿Más que antes? No sabría decirte, también antes era muy feliz con mi marido. Supongo que todo tiene etapas: ha habido una etapa preciosa para la monogamia y ahora toca otra etapa diferente. Me siento feliz, de forma diferente a antes. Me siento ahora más mujer, más yo, más valorada y consciente de mi misma; disfruto más. A mi marido lo quiero quizá ahora más que antes, si es que es posible. Yo sé que esto se lo debo a él. Sin él, no me hubiera atrevido a dar este paso. Él me convenció, al principio casi en contra de mi voluntad, pero reconozco que al final tenía razón.
Le quiero quizá más que antes porque sé que ahora gracias a él tengo el hogar que siempre he tenido y además la variedad y nuevos estímulos exteriores. Lo que ha hecho mi marido, es un acto de amor por mi y me llena el corazón la confianza que ha depositado en mí.
Él sigue siendo único para mi: no en la cama, pero sí que en mi corazón, que es donde importa. Bueno, si te soy sincera, tampoco del todo es único en mi corazón, pues he "enamorado locamente" de varios de mis amantes. Pongo lo de enamorarme entre comillas porque yo sabía muy bien que no era amor lo que sentía. Llámalo "energía de una nueva relación", si quieres. Te crea unas sensaciones similares al amor, pero no es lo mismo. Siempre que seas consciente de ello, no pasa nada. A mi marido esto le crea sensaciones contradictorias: por una parte, le satisface mucho que yo disfrute de estas sensaciones. Por otra parte, también le produce una lógica inquietud. Pero a mi marido lo llevo muy dentro de mi corazón. Él es único para mi. Ahora puedo perder locamente la cabeza por otro hombre y hacer cosas que no me imaginaba que sería capaz de hacer, pero en el fondo sé que siempre tengo a mi marido, que esto son solamente aventuras.
Es verdad que yo puedo disfrutar de la poligamia, mientras que él sigue siendo monógamo. Puede parecer injusto, pero ha sido su decisión y nunca se ha arrepentido de ello. Y creo que ha tenido mucho valor y sabiduría al decidirse por esta estilo de vida y en contra de una pareja completamente liberal. Así no hay riesgo de que las relaciones extramatrimoniales acaben convirtiéndose en una competición entre ambos... y en las que el hombre lógicamente llevaría todas las de perder.
Por supuesto que sería capaz de dejar esta vida si él me lo pidiera. Lo he dicho antes, en la vida hay fases para todo. Quizá en un futuro toque una fase de monogamia... ya veremos. Yo tengo claro que lo primero en mi vida es él. Otra cosa es que luego lo escenifique de otra forma, sabiendo que a él eso le pone. Pero no se te olvide que él vive mis experiencias a través de mi. Parece que soy yo la única que disfruta, pero él disfruta a su manera y de una forma u otra, siempre está incluido en todo lo que hago.
Mi placer proviene principalmente de poder liberarme por completo y explorar y expandir mis límites. Me siento como los trapecistas del circo y a veces siento vértigo, pero sé que tengo a mi marido como red salvavidas. A veces me asombro a mi misma por cómo de zorra me he convertido y las cosas que he hecho. Si no fuera por mi marido, no hubiera sido capaz. También te confieso que parte de mi placer estriba de humillar a mi marido, pero no es la fuente principal (y sí, a él le gusta). Pero en lo que he relatado hasta ahora, apenas lo he humillado... o al menos parece mínimo en comparación por lo que aún os tengo que contar.
Besos. (Por cierto, ¿eres hombre o mujer?).
Soy Daniel, el marido de Gema. Compartimos esta cuenta para que yo le ayude a relatar nuestra historia. Yo me incluyo las imagenes.
ResponderEliminarMi esposa se ha olvidado responder a la pregunta del lector anterior acerca de si YO era feliz así.
Sí, lo soy. Inicialmente fue mi fantasía y yo la presioné para que probara. Recuerdo que antes de que lo hiciera, esta fantasía era como una droga, me excitaba todos los días con ella. Ahora soy quizá el hombre más cornudo del país (con permiso del marido de Olvido Hormigos). No me avergüenzo de ello. Todo lo contrario, estoy orgulloso de haber tenido el valor de hacerle ese regalo de libertad. Me llena de alegría ver como disfruta. Y yo disfruto con ella. Estoy presente de pensamiento o físicamente. A veces intervengo, a veces soy mero espectador. La sigo animando a que continúe y sé que hace algunas cosas porque a mí me excita. A veces también lo paso mal. Suele ser cuando se va con un hombre atractivo, de su edad, alguien que podría reemplazarme. Entonces me ataca lo que llaman los anglosajones "cuckold angst", o miedo el cornudo. Es una emoción intensa, pero con la que redescubro cuánto la quiero. Ha hecho que lo que siento por ella sea como cuando éramos novios. En el relato ella se toma alguna libertad literaria para hacerlo más amigable a la lectura. Los hechos son reales, pero lo que no aparece es que en verdad ella y yo comunicamos mucho. Ella consigue que me sienta más especial que nunca. Al fin y al cabo, podría irse con cualquiera, pero ha decidido estar conmigo. Me ama y la amo. Sí, soy feliz. No me arrepiento.
Soy hombre. Alguna vez te has cabreado si han llamado a tu marido cornudo o si alguna vez le han humillado sin estar practicando esta practica sexual? Gracias por las respuestas
ResponderEliminarHola hombre anónimo.
ResponderEliminarEs una pena que otras prácticas sexuales como por ejemplo la homosexualidad sean socialmente aceptables e incluso estén protegidas por así decirlo, pero que al mismo tiempo este estilo de vida esté estigmatizado. Yo creo en la libertad y cada persona o pareja debe poder elegir lo que crea que le conviene.
Respondiente a tu pregunta, somos muy discretos con respecto a nuestro entorno social. Para mi familia, amigos convencionales y vecinos, soy una simple ama de casa. Afortunadamente Madrid es los suficientemente grande como para poder escondernos entre la multitud, con un bajo riesgo de que nos reconozcan. En este sentido, aún no ha ocurrido que fuera de contexto llamen a mi marido cornudo. Si sucediera, por supuesto que me cabrearía.
En modo juego, él es un cornudo sumiso y yo una auténtica zorra, pero en modo real, somos una pareja normal. En modo juego él obedece las órdenes de mis corneadores y soporta estoicamente sus humillaciones (es algo que le pone). Pero fuera del modo juego, no recomendaría que nadie se sobrepasara con él.
Bsos.
P.S.: El siguiente cápitulo ya está casi terminado; espero colgarlo en los próximos días.
Yo no cuestiono este estilo de vida, simplemente tengo curiosidad acerca de el. Por eso, os agradezco que respondais mis preguntas. Daniel dice que a veces tiene miedo de que te vayas con otra persona. Sino os importa, podeis contarme un poco como fue la primera vez que te ocurrio esto, y si en algun momento creias que te podria dejar. La pregunta es bastante dura, entenderia si no me contestarais. Muchas gracias igualmente.
ResponderEliminarSoy Daniel, creo que es mejor que te responda yo a esa pregunta.
EliminarNos encanta que nos hagas preguntas. Siempre es motivador saber que hay gente que se lee nuestra historia. Aunque desde el anonimato, es estimulante compartir nuestras experiencias.
El "miedo del cornudo" es una emoción básica, es inevitable. Aunque podríamos catalogar esta emoción más bien como negativa, también tiene su lado positivo y trato de disfrutar de ella. Es como cuando te montas en una montaña rusa. En verdad sabes que no te va a pasar nada. Y aun así no lo puedes evitar, sientes miedo y vértigo, pero a la vez disfrutas de ello. Pues esto es parecido. Yo sé que mi mujer no me va a dejar por otro, pero a veces esa emoción aparece no obstante. Con el tiempo he aprendido a disfrutar de ella. Me relajo. Observo esa emoción. La degusto. Aprovecho para sentir que amo a Gema.
La primera vez que ocurrió, fue con Silvestre. Concretamente en la discoteca, cuando los dejé solos un rato y los observé de lejos (es el siguiente capítulo que Gema va a publicar en breve). Te repito, en un plano intelectual sabía que no me dejaría por él. Pero en el plano emocional, sentía celos y miedo. Y también amor, mucho amor. Por eso continuamos con este estilo de vida.
El "miedo del cornudo", es una constante, incluso después de tantos años practicando este estilo de vida. Lo dicho, no es racional, es emocional. No aparece siempre, y no siempre con la misma intensidad. Depende del corneado. También de mi estado de ánimo. De cómo de entregada la vea a ella (sé que a veces exagera un poco porque sabe que me pone eso). Una de las veces más intensas fue cuando decidimos que se fuera a vivir una temporada con un hombre apuesto y adinerado (eso lo contaremos en otro capítulo). Lo hicimos precisamente para experimentar qué sentiríamos. Fue de mutuo acuerdo. Ha sido una de las experiencias más intensas.
Fuera de este estilo de vida, ¿te sientes seguro? ¿Nunca tienes miedo que tu mujer se vaya con otro? Porque lo puede hacer en cualquier momento. No necesita un cornudo consentidor para eso. Lo que pasa es que no se ve el peligro. Pero eso no significa que no esté ahí (mira cuántos matrimonios se rompen). Sí, estamos jugando con fuego. El fuego está más cerca, más presente. Pero también más visible. Estamos alerta los dos. Ahora comunicamos mucho más que antes.
Ha podido irse con otros hombres. Más jóvenes. Más guapos. Con más dinero. Mejores en la cama que yo. Pero no lo ha hecho, me ha elegido a mi. El riesgo siempre estará, como en todas las parejas.
Este estilo de vida solamente es apto: Si tienes una autoestima alta. Si confías mucho en ti y aun más en tu pareja. Y si comunicas mucho con ella y compartes todo lo que piensas.
¡Ya hay un nuevo capítulo publicado!
ResponderEliminarGracias por las explicaciones!!! Seguid con las historia por favor
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